Montevideo
PARROQUIA SAN JUAN BAUTISTA
EN MEMORIA DE KLEBER SILVA IRIBARNEGARAY
En este lugar ejerció el sacerdocio Kleber Silva Iribarnegaray, conocido como Padre Mauricio, cuya acción religiosa estuvo fuertemente relacionada con la situación social que vivía el país en los años previos y durante la dictadura militar. Su compromiso lo llevó a Argentina donde lo secuestraron e hicieron desaparecer.
La Parroquia San Juan Bautista, ubicada en la calle Monseñor Domingo Tamburini, es el lugar donde el sacerdote Kleber Silva Iribarnegaray desarrolló parte de su labor en defensa de los derechos humanos.
Kleber nació en Montevideo el 20 de setiembre de 1925 en el matrimonio constituido por Gerónimo Silva y Teodosia Iribarnegaray. Estudió de seminarista y fue sacerdote salesiano durante 10 años.
En 1970, ya en Argentina, se integró a la Congregación de los Hermanitos del Evangelio Fraternidad de Charles de Foucauld, comunidad religiosa que tiene la particularidad de cumplir su misión evangelizadora en la comunidad, priorizando a los más desprotegidos.
Trabajaba como barrendero municipal en las villas miserias de la ciudad de Buenos Aires y militaba con los Cristianos por la Liberación.
Lo secuestraron en la calle en Buenos Aires el 14 de junio de 1977. Tres hombres se bajaron de un Ford Falcon blanco y hablaron con él, luego los cuatro subieron al auto y partieron con él. Al día siguiente cuatro personas vestidas de civil que se autodenominaron “la justicia”, ficharon e interrogaron a sus compañeros de trabajo y se marcharon.
Se presume que en principio lo hayan llevado a la Comisaría Federal 41 y más tarde al Hospital Borda donde fue torturado. Hay testimonios de que estuvo en el centro clandestino de detención Campo de Mayo. En setiembre de 1977 el arzobispo de La Plata, monseñor Mario Pichi confirmó la información de que estaba a disposición de la Justicia Militar y en condiciones físicas deplorables por la tortura. Otros testimonios lo ubican en el centro clandestino de detención conocido como Club Atlético.
Su secuestro y desaparición está vinculado al secuestro el mismo día del matrimonio uruguayo de José Michelena y Graciela De Gouveia que participaba en Uruguay de los Grupos de Reflexión de la Iglesia Católica. El 9 de mayo también había sido secuestrado el sacerdote capuchino Carlos Armando Bustos, quien estaba por ingresar en la congregación de Mauricio y trabajaba como taxista. Bustos era argentino y había vivido en la ciudad de Paysandú.
El secuestro y desaparición de Kleber Silva fue denunciado ante Amnistía Internacional en Francia, Alemania y Suiza, las embajadas de Uruguay y de Estados Unidos en Argentina, la Liga de los Derechos Humanos, el Consejo Mundial de las Iglesias, la Cruz Roja Internacional, la Conferencia Episcopal Norteamericana, la Organización de los Estados Americanos, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
En 2007 los Hermanitos del Evangelio se presentaron ante la Justicia argentina como querellantes solicitando se investigara su desaparición. Fue la primera causa en la que una entidad de la Iglesia Católica litigó por delitos de lesa humanidad.
En 2002 la Legislatura porteña aprobó el 14 de junio como el Día Nacional del Barrendero en su memoria.
Aunque la Iglesia Católica aún no lo ha reconocido como tal, es considerado el Patrono de los Barrenderos por el santoral de la religiosidad popular.
Recordar su figura es una forma de construcción de la memoria de la resistencia ante un Estado opresor a la vez que un reconocimiento a su trabajo por los más débiles.
Patrono de los Barrenderos
San Mauricio de los Barrenderos
Como el Mulato de Porres
El padre Silva oriental
El primero barriendo en Lima
Y el otro, La Capital
Ambos cuidando al Cristo
En el hermano empobrecido
Ya lo ve, está visto
Uno santificado, el otro desaparecido.
(Coplas publicadas en el folleto de la convocatoria al homenaje a
Mauricio Silva en Buenos Aires).

